No tenía planificado hablar sobre mi cumpleaños pero creo que puedo decir dos o tres cosas.
Siempre vi lejos “31 años”, ahora que los tengo nunca pensé que se sintieran tan bien.
Me di cuenta que los 30 me sirvieron para empezar los 31 con una vista más clara, como 20/20. ¿Sabes cuándo andas viendo borroso pero prolongas la visita del oftalmólogo y luego cuando tienes tu receta de espejuelos dices “porque no vine antes, “que bien veo ahora”? Pues, justo así.
Fue un año un poco complicado, no me quejo, soy bendecida pero no dejó de ser complicado. En Abril mi trabajo hizo un tipo de reorganización y a finales del mismo mes me fracturo una pierna. Ya había dicho en “Yo entreno para a los 50 tener el cuerpo de JLo…” que fue un proceso difícil, pensaba más de lo que debía, mi mente tenia demasiado control y estaba yo como muy poquita de mente. Entre Junio y Julio tomo cierto control (completamente necesario) y aunque me costó siento que era una etapa que tenía que pasar para hoy ser quien soy.
Poco a poco mientras hablaba con mi yo interna pensaba en donde quería estar en este momento, como quería recibir los 31. Comparto esto porque muchas veces nos encontramos en situaciones metidos donde pensamos que no vamos a poder salir de ellas, empezamos a creer que nos durarán toda la vida, tipo túnel sin salida. Es ese momento donde es bien importante que tomes un minuto y trates de alinearte. Sin perder el enfoque en ti, eres tú lo más importante y más si tienes personas que dependen de ti.
A finales del 2019 me propuse que en el 2020 iba a estar bien. Dios ha hecho todo siempre, yo no he hecho nada. Me sostuve de él, hoy por hoy tengo una conexión mágica con él, la que nunca había tenido. Mi año comenzó demasiado bien. Todo lo que le venía pidiendo me lo ha venido cumpliendo y me he visto pasar un proceso que me ha hecho evolucionar: como mujer, ser humano, mamá. Agradecida con el cielo. Algunas cosas las solté el 31 de Diciembre, otras las solté el día 365 de mis 30.
El otro día escuchaba el padre de la iglesia decir que trabajó en Arizona con un grupo de padres ayudando a inmigrantes y poco a poco ellos iban soltando el camino recorrido por 14 días todas las cosas que físicamente le pesaban. No podían continuar el camino con tanta carga, soltaban abrigos aunque en las noches tuvieran frío, soltaban sus botellones de agua aunque sabían que el día siguiente tendrían sed. El mensaje detrás de esto es simplemente: soltar. Muchas veces cargamos con TANTO en nuestros corazones, cosas que nos detienen, nos destruyen. Aprendamos a soltar el odio, el resentimiento, los rencores, las críticas, todos esos sentimientos negativos que nos causan cargas en este camino que llamamos vida.
Ayer – 9 de Marzo – me levante sin parte de mi familia al ladito mío, lo primero que pensé fue “que hago aquí si no están ellos”, pero acá tengo gente que hizo de mi día de cumpleaños (y todos) uno especial. Desde mi hija ocultando por toda la casa el regalo que con su abuela en la distancia y tía aquí de cómplice compró, hasta mi sobrinito (mi Thiaguito adorado) que lo primero que hizo al abrir los ojos fue correr donde mí y decirme “Happy Birthday titi Jai”. Fue un día muy bonito aunque pasé 7 estreses renovando el tag de mi tablilla, no me dio tiempo de hacer mi bizcocho, compré uno que se rompió en el camino – jajaja –, eso no pudo hacer que mi día dejara de ser bello. Gracias a TODOS los que hicieron mi día uno lindo, lindo desde que me levanté hasta que me acosté.
Y, ¿si nos enfocamos en agradecer los años que cumplimos en vida? Yo AMO celebrar la vida y la mía no va a ser la excepción. Estamos en Marzo solamente y no paro de agradecer cada uno de los pasos que desde Enero 1 estoy viviendo, cada día que me levanto con salud, por amanecer cada mañana con mi hija, por mi familia (incluyendo la extendida) y esas personas especiales que tocan nuestras vidas… todo. Soy demasiado feliz, recibo estos 31 demasiado feliz.
Vivir feliz, vivir agradecido, practicar conductas positivas día a día son las que hacen de esta vida una bonita. A eso los invito a hacer de cada día: uno especial, a vivir la vida plena, a enfocarse más en lo bueno y menos en lo malo y celebrar la vida siempre. Comenzar a apreciar a quienes tenemos al lado, las pequeñas cosas, las cosas gratis que nos da la vida.
Yo me siento tan feliz, respiro tanta paz que ese quiero que sea mi enfoque y así quiero caminar todos los días: en salud, amor, felicidad y paz.
¡Un abrazo!
Jai
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