Tengo algunos perks que me dejan viajar gratis, pero eso involucra que viaje “stand by” todo el tiempo. Entiendo que mucha gente sabe lo que significa el término, pero si no, explico rápido. Te apuntas en la lista de espera de una aerolínea, si algún vuelo donde te registras no está lleno y tiene asientos disponibles te montas al destino. Pues hoy ha sido uno de esos días donde el stand by flight está pasando factura. Me encuentro desde las 6:00 a.m. en un aeropuerto, mi primer vuelo con escala lo logré. Llevo desde las 11:00 a.m. estacionado en el mismo aeropuerto esperando lograr conseguir un vuelo que me lleve a mi hogar. Mirando lo que me ha pasado recientemente y todas las veces que he visto la puerta para abordar cerrándose, comparo como volar stand by es bien similar a lo que nos pasa en la vida.
Nos pasamos la vida tratando de llegar o lograr las cosas que queremos y así mismo vemos como muchas veces estamos stand by esperando para lograrlo y la puerta se cierra. Ahí te das cuenta que la vida es como un vuelo de avión gratuito. Se te pueden cerrar mil puertas, puedes sentarte en el mismo lugar por mucho tiempo, puede que trates de brincar de lugar en lugar y aun no consigas la puerta para llegar a tu hogar porque estas “stand by”. Y es así como la vida te va tratando igual que al boleto gratuito. Al final del día siempre va a haber un vuelo en el que te vas a lograr montar y llegarás a tu destino. Siempre existirá la puerta que permanecerá abierta y lograrás entrar.
La vida no se trata de cuantas puertas se te cierran, quizá esos vuelos no eran para ti. A pesar de que no te lograste montar en el vuelo que querías, ese vuelo que no esperabas te sorprende, abre un asiento para que te montes y llegues a tu destino. La vida sigue siendo como el vuelo gratuito, te lleva por un roller coaster de emociones como cuando no obtienes el vuelo que querías. ¿No te das cuenta que la vida es gratis y al ser gratis vienen sacrificios a veces que tienes que estar dispuesto a hacer? Para llegar a grandes destinos a veces tenemos que sacrificar muchas cosas como por ejemplo la familia, matrimonios, gente que aprecias, etc. Pero hay que verlas como puertas que se cierran para que llegues a tu objetivo y metas, porque si no lo haces seguirás en stand by.
Siempre he sido una persona cabeza dura, cuando las cosas no salen como las planifico me molesto. La realidad es que hoy aprendí que no importa la escala que busque, el tiempo en el que yo quiera llegar, al final alguna puerta se abrirá en el tiempo correcto y me dejará llegar al destino que quiero. Por mas decisiones malas o buenas que tomemos, el pasado que podamos cargar, siempre una puerta se va a abrir. Luego de esperar largas horas por ese vuelo te vas a montar, quizá cansado pero aliviado porque sabes que pronto llegarás. Ahí es donde está la verdadera satisfacción. No importa cuánto sueños pierdas, las horas que pasen, si no has comido, si perdiste o ganaste este vuelo que tanto esperas... al final cuando llegas a tu lugar la paz y la calma llega de forma instantánea. Puedes estar seguro que nada es más satisfactorio que eso.
Mi 2020 y 2021 fueron una ruleta rusa, sacrifiqué muchas cosas desde una fecha hasta el presente, mejor dicho hubo vuelos en los que no me pude montar, seguía en stand by esperando que la puerta correcta me tocara, se abriera, dijera mi nombre. Mientras tanto, trato de hacer lo mejor que pueda, tener paciencia y demostrar que aunque los vuelos se llenen, el tiempo que me dan entre un vuelo y otro lo utilizó para maximizar todos los sueños que tengo. Porque a veces aunque tengamos turbulencias, pasemos sustos, nos montemos sin saber el sentido, tristes, el avión tenga delay o simplemente se cancele el vuelo... la puerta correcta nos va a dar la bienvenida.
La paciencia no es una de mis virtudes, es de hecho una de las cosas que más problemas me ha costado controlar, porque cuando pierdo la cabeza actuó sin pensar y eso conlleva errores. A veces cuando la vida no va como tú quieres llegas al punto que te cansas, como yo hoy mientras veo que se cierran cada una de las puertas de los aviones. Ahora siempre recuerda que no importa dónde estés o si te encuentras actualmente en stand by en cualquier aspecto de la vida, a pesar de que las puertas de ese vuelo que deseas se cierren, siempre va a aparecer un vuelo que te lleve a tu quieres llegar.
La puerta se abrió para mí luego de 11 horas de espera y, ¿saben qué? Tampoco era la puerta que esperaba, aunque con un poco de contratiempo y algunos cambios en mis planes pude llegar al destino que quería. Y así se va viviendo la vida, no siempre como la planificas o prefieres pero siempre abierta a darte las vías para qué rápido o lento llegues a ese lugar que te propones llegar.
- Anónimo
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