Quizá he escrito muchas cartas en mi vida, tan muchas o tan pocas que no recuerdo con exactitud. Recuerdo una de esas, la escribí el 17 de Diciembre de 2018, la escribí en este mismo espacio que utilizo para llegar a ustedes. En ese caso, solo quería llegar a una persona, llegué. No necesitaba publicarla, por eso hoy pocos saben de ella, deje tanto de mí, mi corazón en “un papel”. Se llama “Sin título” con toda la intención porque es tanto lo que dije que cualquier título se le quedaría corto.
Algo así leía el principio de ella…
“Esta vez me siento a escribir de forma diferente, porque esta vez me siento a escribir para ti. Llevo días pensando en la mejor forma para comunicarme o expresarme y realmente no existe la forma perfecta, es por eso por lo que decido hacerlo de la forma que más me gusta, escribiendo, pero escribiendo en el mismo espacio en blanco donde disfruto escribir tantas cosas, esta vez sin publicarlo. Espero resumir, tomando cinco minutos de tu tiempo, lo que quiero decirte.”
Hoy quiero comenzar de la misma forma esta carta, con las mimas letras que dije antes es como empiezo esta misma. Sintiendo los mismo nervios que sentí mientras escribía “Sin título”, pero hoy para ti, con el mismo corazón pero diferente sentimiento. Uno más grande.
No sabes los miedos que viven en mí cuando realmente internalizo la responsabilidad que es tenerte en mi vida, lo serio que es todo esto, lo serio que eres tú. Mientras los años pasan más responsable de cuidar tu corazón, tu caminar, tu vida me siento. Juro que tengo nervios, se me erizan los pelos, me tiemblan las manos y me palpita el corazón más rápido porque para escribirte a ti nunca tendré las palabras perfectas o completas. La perfección para mí, lo eres tú.
Tampoco imaginas la felicidad que habita en mi cuando veo tu rostro sonreír, de lejos, concentrado. Tu felicidad es parte de mi responsabilidad y tu cara calma mis temores. Tu mirada llena mi alma, Dios me ha dado contigo tanto. Vivo agradecida día tras día. Lo juro, las palabras se me quedan cortas.
Seguro pensaras más de una vez que estoy un poco loca, pero es que desde que te conocí no quiero fallar. Creo que tenemos un nivel de locura que nos complementa, que hace que todo sea ante mis ojos tan perfecto. ¿Tu mente tendrá idea de cuánto te amo? Yo me encargaré cada día de demostrártelo. Tengo, como dije, demasiada responsabilidad contigo.
Me siento aquí a escribirte mientras te miro en el sofá: siendo tan tú, me derrite que sientas que te miro y me des una sonrisa a medias, como una sonrisa tímida pero con unos ojos que reflejan solamente amor, el más puro. Me siento a escribirte porque hoy las cosas parecerán nubladas por todo lo que en nuestro mundo pasa y entenderás muy poco, cada vez todo te resulta menos real y las preguntas se suman a la lista de las que ya tienes. Pero, ¿sabes qué? Tú me neutralizas, tú me calmas y esas ideas inconclusas que tienes sobre lo que pasa hacen que yo me obligue a tener pensamientos más reales, a pausar. A que mi vulnerabilidad se estabilice.
Cambie todo mi escrito de hoy – nuevamente – para hacer este. Se me da lo de la musa a última hora. Siempre he sido así, en mi ex trabajo a las 4:00pm era que yo sentía verdadera producción en mí (los que me conocen saben).
Y es que lo cambie porque ayer, mientras conversábamos me dijiste: “X persona sale todo el tiempo o pide comida fuera”, más tarde me dijiste: “hay que ver qué cosas hacemos porque este encierro ya me tiene mal”. Mientras tanto yo no, yo en un instante de pánico quería explicarte lo inentendible para ti. No te dejo ver más de lo que pueden mostrarte nuestras ventanas. Como te dije: “voy a hacer todo lo que este en mis manos para que a ti no te pasa nada, no quiero exponer nuestra familia para experimentar que hay allá fuera”. A mí no se me ha perdido nada fuera hija, en estas cuatro paredes contigo lo tengo todo.
Este meme que he visto en múltiples ocasiones no puede ser más certero, hija: “la idea es aislarnos hoy para que cuando nos juntemos de nuevo… no nos falte nadie…”. No me reprocharé tenerte encerrada, tener que ver horas largas de televisión, dormir hasta que ya no podamos más, reírnos hasta llorar, no reprocharé cada pintada de uña, cada momento de locura, los regueros más grandes, las amanecidas contigo, los nuevos hábitos de conexión que hemos creado y quizá sin esto no tendríamos, el simple hecho de buscar que nuevo hacer. No me lo puedo reprochar porque desde que supe que existías dentro de mi juré cuidarte, lo que te involucre es lo mejor que se hacer. Siempre diré que eres y serás mi mejor proyecto de vida. Quiero salir de estas cuatro paredes agarrada de tu mano porque ya todo paso y juntas agarradas de la mano de Dios salimos de este proceso tan complicado para nuestra gente, nuestro mundo, nuestra tierra. Créele a Dios, confía en él siempre… de esto salimos las dos y el mundo entero pronto.
Esto no me hace menos vulnerable que tantas personas allá fuera, al contrario no soy fuente de consuelo ahora mismo para nadie. El consuelo lo necesito yo. La impotencia es de las más grandes que he sentido, la desesperación es indescriptible. Pero dos cosas me sostienen, me calman: Dios y tu mirada.
Quizá he escrito muchas cartas en mi vida, tan muchas o tan pocas que no recuerdo con exactitud. Recuerdo una de esas, la escribí el 17 de Diciembre de 2018, hoy serán dos. Utilizando los mismos cinco minutos que utilice aquella vez. Esta vez me siento a escribir de forma diferente, porque esta vez me siento a escribir para ti. Quiero demostrarte que al amor lo componen muchas cosas, la palabra amor encierra una infinidad de sentimientos y acciones. Protegerte, guiarte y encaminarte hoy es mi gran acto de amor. Obviamente, ¡y apretarte los cachetes!
Dios te bendice,
Mami
Ustedes que me leen… tengamos Fe, no nos quejemos, hagamos cosas nuevas, seamos energía positiva. Quizá no soy la más indicada para el consejo (porque ando en pánico constante) pero se los doy con todo mi corazón y todos los días trabajo para tener calma. Cuídense, cuidémonos. Quédense en su casa, no expongamos nuestra gente a más, seamos parte de los que detenemos esto y empecemos a tener un corazon más agradecido.
Un abrazo EXTRA APRETAO’!
Jai
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